Rose Pamphyle tiene un don, solo uno: escribir velozmente a máquina y es el único que necesita. Es originaria de un pueblito en Normandía y está comprometida con el hijo de un mecánico. Vida que decide dejar atrás para ir en busca del sueño de toda señorita de 1959: convertirse en secretaria de un hombre importante.
Para la suerte de Rose, no se topa un hombre cualquiera, lo hace con Louis Échard quien detecta de inmediato su don y decide ayudarla a explotarlo. Ésta Cenicienta de la generación de los baby boomers entrena exhaustivamente bajo la tutela de Louis, para un campeonato mundial de mecanografía.
De forma predecible, Louis y Rose terminan por llevar su relación de amistad con conflictos, al estilo de Ron y Hermione, a un inevitable romance. Me gusta la forma en que se enamoran. Ella admira a Louis, conoce sus virtues y sus defectos y es correspondida por parte de él, aunque se niegue a admitirlo.
Louis vive con miedo al rechazo, de algo que no ha intentado y por lo que no ha luchado. Una mala experiencia lo lleva a cerrarse por completo y se niega a vivir sus sentimientos, por miedo a perder algo que alguna vez tuvo y que dejó ir por falta de coraje.
Sin embargo su noble naturaleza, forrada de un duro exterior, lo lleva a impulsar a Rose a su máximo potencial, acción que termina por enamorarla. ¿Quién no se puede enamorar de alguien que ve lo mejor de tí y además busca impulsarte? Como dicen al final... "Estados Unidos para los negocios, Francia para el amor. Es una comedia romántica divertida, ligera y recomendable. Visualmente es impecable, los vestuarios, peinados y objetos trasladan a la época que pretenden proyectar, aquella donde Audrey Hepburn era la estrella número uno del cine.
recomendación musical: Never wanted your love - She and Him
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